viernes, 6 de marzo de 2015

Madre gitana

Cercana a las vías del tren tardío
Canta una madre gitana.
Canta, con voz ronca y dorada,
Canta a un niño que aún no llora.

Le relata una nana que sólo ellos conocen,
Una nana de dos vocales
Y una consonante.
Las letras suben y bajan por una escalera invisible
De peldaños que se quiebran
Y después se reconstruyen.

El niño no llora.
Su madre le canta.

La hija y la hermana
Escucha la canción en el monopatín que conduce.
Su pequeño pie de cera
Acaricia las baldosas que nadie ha visto nunca.
La niña canta, también,
Y su voz presagia su vida de arena
Y pintura desconchada.
La segunda vocal de su madre
Canta por ella.

La madre gitana, el niño y la niña
Se adentran en lo oscuro del andén lejano.
Ellas cantan a la trampa del aire;
Él no tiene un llanto que ofrecerles.

Terminan límites nunca antes explorados.
La niña regresa,
Amparada por una cuna compasiva,
Generosa con los miedos más fatales
De los que esperan.
Detrás de ella,
Su madre canta
A un niño que ya llora.



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